27.12.10

29.9.10

heaven n hell


8.7.10

:D

Me mudé. Después cuento bien qué onda.

27.5.10

Lo dicho.

La mayoría de las veces no sé cómo decir lo que siento. De ahí que recurra a sutilezas como canciones, quotes y fotos, con las cuales adorno poéticamente un blog (que btw igual nadie ve), mientras trago sustancia emocional para agigantar la ya bastante crecida bola de moco que tengo atravesada y que no me deja dormir. Y seamos realistas, nada drena más que poder cagarse en los eufemismos y decir las cosas sin una pizca de chota estética, asi que ahí va:
Me siento muy para el orto; pero miro para adelante por primera vez en mucho tiempo.

Trago más fuerte. A ver si ahora me duermo.

9.5.10

no das - on sad


change your heart

look around you

change your heart

it will astound you

i need your lovin'

like the sunshine

everybody's gotta learn sometime

everybody's gotta learn sometime

everybody's gotta learn sometime

25.3.10

Memoria de otra jóven formal.

"¡Qué caída! De nuevo el porvenir era hoy, y todas las promesas deberían cumplirse sin demora. Había que servir: ¿para qué?, ¿para quién? Yo había leído mucho, reflexionado, aprendido; estaba dispuesta, me había enriquecido, me decía: y nadie reclamaba nada de mi. La vida me había parecido tan llena que para responder a sus llamadas infinitas había intentado, fanáticamente, utilizar toda mi persona: estaba vacía; ninguna voz me solicitaba. Me sentía con fuerzas para levantar el mundo: no encontraba el menor guijarro para mover. Mi desilusión fue brutal: Soy mucho más de lo que puedo hacer. No bastaba haber renunciado a la gloria, a la dicha; ya ni siquiera pedía que mi existencia fuera fecunda, ya no pedía nada más; aprendía con dolor 'la esterilidad del ser'. Yo trabajaba para tener un oficio; pero un oficio es un medio: ¿hacia qué fin? El matrimonio, ¿para qué? Educar hijos o corregir deberes era el mismo inútil estribillo. Jacques tenía razón: ¿para qué? La gente se resignaba a existir en vano: yo no. La señorita Lambert y mi madre desgranaban días muertos, se contentaban con estar ocupadas: <<¡Yo quisiera una exigencia tan total que no me dejara tiempo para ocuparme de nada!>>. No la encontraba y en mi impaciencia universalizaba mi caso particular: Nada me necesita, nada necesita a nadie, porque nada tiene necesidad de ser."


Simone.